domingo, 11 de octubre de 2009

Un ingeniero se murió...

Se murió un ingeniero ya entrada la madrugada mientras trabajaba y se fue a dar sus informes a las puertas del Cielo. San Pedro, refunfuñando por haber sido despertado a esas horas ni se molestó en revisar el registro...


-No son horas. Vuelve mañana...


El ingeniero, tremendamente disgustado porque incluso muerto tenía que lidiar con el portero de la organización, se fue a tocar la puerta del infierno. Allí le dieron albergue y alojamiento inmediatamente. Al poco tiempo, el ingeniero se había cansado de padecer las las miserias del infierno, y se puso a diseñar y construir mejoras.


En poco tiempo, ya tenía implantado un sistema de control de cenizas, ventilación infernal acondicionada con filtros antipolen, una red de saneamiento integral para encauzar la podredumbre, escaleras eléctricas para interconectar los diversos círculos, wifi en todas las salas de tortura, programas de mantenimiento preventivo para las calderas, sistemas de videovigilancia para los condenados...


El Diablo vio todas aquellas obras y le parecieron buenas, así que contrató a un equipo de Aenor, que en seguida le certificó la ISO 9001, aumentando sobremanera el prestigio del infierno. El ingeniero, mientras tanto, seguía haciendo mejoras.


Un día Dios le hablo al Diablo por teléfono, y en lugar de la estática habitual se encontró con que le atendió la recepcionista, que le pasó mediante un sistema de voz sobre IP a la secretaria personal de Satanás, la cual le interconectó finalmente con el iPhone del Maligno, que se encontraba al borde de la Estigia esperando una nueva remesa de condenados.

-¿Y como han estado por allí en el infierno?- dijo Dios, educadamente, pero con un mosqueo apocalíptico.

-Estamos de puta madre,- dijo el Diablo mientras se miraba las uñas.- No sé si te enteraste que nos dieron la ISO 9001 y me estoy animando a solicitar la certificación medioambiental y no paramos de mejorar. Fíjate, en este móvil con el que te hablo puedo recibir videollamadas y correos. Por cierto, apúntate mi nueva dirección de e-mail: satan@averno.com. Y no se cual sea la próxima sorpresa del ingeniero.


-¿Que?, ¿¿¿Que???,- gritó el Altísimo con furia bíblica.- ¿Que tienes un ingeniero allá? Eso es un error, nunca debió haber llegado allá un ingeniero. ¡Mándalo para acá inmediatamente!


-Ni hablar. Tú no lo quisiste y me he acostumbrado a tener un ingeniero en la organización. Me voy a quedar con él eternamente.

-¡¡Mándalo para acá o te DEMANDO!!

Y el diablo, con la visión nublada por la carcajada que le ahogaba la respiración, le contesta a Dios:


-Sí, por supuesto. Y, oye, por curiosidad: ¿de dónde vas a sacar a un abogado?

1 comentario:

  1. Un chiste que conocía en varias versiones, siempre con un abogado + ingeniero, informático, economista, ...

    ResponderEliminar